Una carrera como la fotografía atrae a muchos jóvenes, pues impone un estilo de vida atractivo tanto para el que toma la fotografía como el ambiente. A simple vista, se ve fácil, pero ser capaz de manejar una cámara tiene sus pros y sus contras.
Sabes cuándo, donde y en qué ocasión tomar una foto; en ese instante sientes ese deseo, te inspiras y empiezas a comprender que el hecho de tomar una cámara, implica la responsabilidad de crear estilos propios y capturar lo más hermoso de cada rincón del espacio. Desde esa primera sensación experimentamos sentimientos, emociones y queremos reflejarlas en una fotografía. Buscamos la manera de aprender, indagamos.
Damos nuestros primeros pasos, queriendo capturar hasta la más mínima semilla de un lugar y la transformamos en algo prodigioso. Nos sentimos capaces de obtener en cada flash de nuestras cámaras, el motivo principal de cada escena. Conseguimos centrar la atención en un punto exacto con el objetivo de que la imagen o la fotografía cuenten por si sola su historia.
Desarrollamos técnicas fuera de lo común, para diferenciarnos del resto. Jugamos con el contraste de los colores, con el blanco y el negro, con los espacios abiertos y cerrados y coincidimos, en grandes resultados, como paisajes y retratos gracias a ese don que reflejamos en cada fotografía tomada.
Nos enfocamos en una resolución de nivel alto, es decir, a dar resultados perfectos tanto de imagen como de ángulo, sin dejar atrás el motivo de la fotografía.
En el transcurso de la carrera encontramos una variedad de factores importantes como enfocar los detalles mas mínimos o quizás lograr la máxima expresión del espacio, para que la fotografía hable por si sola.
Si tienes la capacidad para innovar y crear ambientes propicios para tomar de ellos el mejor concepto, puedes trabajar bajo duras condiciones teniendo en cuenta cualquier obstáculo; llegas a descubrir ese don que te hace único y que te permite convertir algo sencillo en algo maravilloso.
Desarrollas la capacidad de construir ambientes, temas, modas y contrastes, utilizando los diferentes elementos que te brinda la fotografía como la iluminación.
Esto hace de la fotografía publicitaria un espacio innovador y único, donde lo importante es encaminar todo a lo visual.
Un verdadero fotógrafo no espera capturar una escena, sino un estilo, un concepto de imagen.
Si elegimos ser exitosos fotógrafos, bebemos ser capaces de vender emociones.
Si te sientes identificado con este tema, no dudes en comentarlo, tal vez hallemos mas cosas interesantes o quizás encontremos a nuestros próximos jóvenes fotógrafos.
Nancy Garcìa.
Nancy
ResponderEliminarHay un planteamiento que es para tener en cuenta y desarrollar para futuros escritos; el tema de la pasión. La Publicidad es muy versátil y rica en imágenes, en detalles, en sugerir a través de formas y colores.